SÁBADO 20 de octubre
20 h.
Recital de presentación de
Peripecias de la Brigada Poética en el reino de los autómatas
de
20 h.
Recital de presentación de
Peripecias de la Brigada Poética en el reino de los autómatas
de
ALBERTO GARCÍA-TERESA
recitando a dos voces con
MARÍA GARCÍA-CASARRUBIOS
junto a la guitarra de
ALBERTO SESMERO
Librería La Marabunta
c/ Torrecilla del Leal, 52
(m: Antón Martín - Lavapiés)
Madrid
* *
En la encrucijada del microrrelato, el poema en prosa y la crónica periodística ficcional, siempre con la poesía como horizonte y la irreverencia y cierta comicidad como calzado, Peripecias de la Brigada Poética en el reino de los autómatas (Umbrales, 2012) nos presenta las aventuras de un grupo de personas que, manifestando de facto su insumisión a la lógica utilitarista y de la mercancía, ofrecen nuevas formas de observar y vivir la realidad, de una manera más plena, consciente e intensa. Este repertorio de peripecias nos recuerda que aún es posible revitalizar nuestra existencia, tomar las riendas de nuestras mentes; ser dueños de nuestra propia vida.
* *
DURANTE el apagón, distribuyeron miles de poemas para que se iluminasen los transeúntes.
LA Brigada Poética ha comenzado el reparto gratuito de gafas de aumento en forma de pareado para posibilitar una nueva mirada crítica y poética de la realidad.
SE adentraron en la farmacia, adormecieron a la propietaria con un soneto gongorino y comenzaron a despachar alegremente poemas empaquetados en pequeñas cajitas por recetas. Espronceda, Machado y Parra fueron los remedios más solicitados. Ante las consultas imprevistas, siempre tenían una greguería a mano.
PARA limpiar las legañas y desperezar bien los ojos por la mañana, la Brigada Poética restriega con energía poemas de Margaret Atwood sobre los rostros de los usuarios del Metro.
LA Brigada Poética colectivizó la fábrica. Cuando los empresarios y el gobierno cortaron el suministro de energía, ellos comenzaron a alimentar las máquinas con los poemas de Ted Hughes. No había aparato que no se cargase de electricidad al oírlos.
A media mañana, para recuperar energías, mejor que un café y un croissant o un solysombra, poemas de Mahmud Darwish a la plancha.
A cada embarazada que ven pasar por la calle, la Brigada Poética recita a su barriga poemas de Octavio Paz y Eugenio Montale. Quieren así acallar el ruido de coches, electrodomésticos y televisores que puedan aturdir al bebé.
LA Brigada Poética propone aprender del haiku a vivir de manera austera, plena y esencial, y del palíndromo a observar del revés la realidad.
* *
ALBERTO GARCÍA-TERESA (Madrid, 1980): Ultima su doctorado en Filología Hispánica con una investigación sobre «poesía de la conciencia crítica». Ha publicado los poemarios Hay que comerse el mundo a dentelladas (Baile del Sol, 2008), Oxígeno en lata (Baile del Sol, 2010) y Peripecias de la Brigada Poética en el reino de los autómatas (Umbrales, 2012), así como la plaqueta Las increíbles y suburbanas aventuras de la Brigada Poética (Umbrales, 2008). Sus poemas han sido traducidos al inglés, al francés, al serbio, al macedonio y al rumano.
recitando a dos voces con
MARÍA GARCÍA-CASARRUBIOS
junto a la guitarra de
ALBERTO SESMERO
Librería La Marabunta
c/ Torrecilla del Leal, 52
(m: Antón Martín - Lavapiés)
Madrid
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En la encrucijada del microrrelato, el poema en prosa y la crónica periodística ficcional, siempre con la poesía como horizonte y la irreverencia y cierta comicidad como calzado, Peripecias de la Brigada Poética en el reino de los autómatas (Umbrales, 2012) nos presenta las aventuras de un grupo de personas que, manifestando de facto su insumisión a la lógica utilitarista y de la mercancía, ofrecen nuevas formas de observar y vivir la realidad, de una manera más plena, consciente e intensa. Este repertorio de peripecias nos recuerda que aún es posible revitalizar nuestra existencia, tomar las riendas de nuestras mentes; ser dueños de nuestra propia vida.
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DURANTE el apagón, distribuyeron miles de poemas para que se iluminasen los transeúntes.
LA Brigada Poética ha comenzado el reparto gratuito de gafas de aumento en forma de pareado para posibilitar una nueva mirada crítica y poética de la realidad.
SE adentraron en la farmacia, adormecieron a la propietaria con un soneto gongorino y comenzaron a despachar alegremente poemas empaquetados en pequeñas cajitas por recetas. Espronceda, Machado y Parra fueron los remedios más solicitados. Ante las consultas imprevistas, siempre tenían una greguería a mano.
PARA limpiar las legañas y desperezar bien los ojos por la mañana, la Brigada Poética restriega con energía poemas de Margaret Atwood sobre los rostros de los usuarios del Metro.
LA Brigada Poética colectivizó la fábrica. Cuando los empresarios y el gobierno cortaron el suministro de energía, ellos comenzaron a alimentar las máquinas con los poemas de Ted Hughes. No había aparato que no se cargase de electricidad al oírlos.
A media mañana, para recuperar energías, mejor que un café y un croissant o un solysombra, poemas de Mahmud Darwish a la plancha.
A cada embarazada que ven pasar por la calle, la Brigada Poética recita a su barriga poemas de Octavio Paz y Eugenio Montale. Quieren así acallar el ruido de coches, electrodomésticos y televisores que puedan aturdir al bebé.
LA Brigada Poética propone aprender del haiku a vivir de manera austera, plena y esencial, y del palíndromo a observar del revés la realidad.
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ALBERTO GARCÍA-TERESA (Madrid, 1980): Ultima su doctorado en Filología Hispánica con una investigación sobre «poesía de la conciencia crítica». Ha publicado los poemarios Hay que comerse el mundo a dentelladas (Baile del Sol, 2008), Oxígeno en lata (Baile del Sol, 2010) y Peripecias de la Brigada Poética en el reino de los autómatas (Umbrales, 2012), así como la plaqueta Las increíbles y suburbanas aventuras de la Brigada Poética (Umbrales, 2008). Sus poemas han sido traducidos al inglés, al francés, al serbio, al macedonio y al rumano.
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